
¿Qué es una gasa y para qué sirven?
La palabra Gasa se deriva de la palabra persa que significa “seda“, es un tejido delgado y transparente de material sintético o natural utilizada con fines diferentes. Las gasas son materiales básicos en curaciones de primeros auxilios y deben encontrarse siempre en todo tipo de botiquín para socorrer primeros auxilios. Las gasas son un tipo de malla, con más o menos hilos, y la cantidad de hilos es lo que determina la calidad de las gasas. Encontramos mallas de muchos tipos y con diferentes estructuras de hilo.
Las gasas de algodón son las más utilizadas tradicionalmente en compresas y vendas para cubrir y proteger heridas sin dejar que entren en contacto con el aire y todo tipo de agente externo.
Como ya hemos dicho antes, las gasas pueden estar hechas a partir de diferentes estructuras de hilo.
- Multifilamento: Consiste en una estructura trenzada de muchos hilos y da un tacto muy rugoso. Se utiliza en gasas de grandes medidas.
- Monofilamento: Es la estructura más utilizada dentro de gasas.
- Sarga: Son estructuras donde los hilos de gasas se encuentran cruzados o medio cruzados.
- Tafetán: Es una estructura de gasas con un cruzado de hilos muy simple.
Los tres tipos de gasa más comunes que podremos comprar en el mercado son:
- Gasas de farmacia
- Gasas estériles
- Gasas en pieza
Las gasas ya se usaban en siglos pasados, pero las que usamos hoy en día han cambiado mucho. Nuestras gasas a diferencia de las antiguas se esterilizan, evidentemente como todo el material médico, pero para estas se emplean un proceso diferente que hasta ahora no habíamos hablado, es por medio de la radiación gamma o rayos gamma. Estos constituyen un tipo de radiación capaz de causar un daño grave al núcleo de las células, por el cual se emplean para estilizar con gran precisión y eficacia. Pero aun así, las hay con y sin esterilización.
La gasa común, la que solemos tener en casa, están fabricadas con algodón y hay diferente formatos, por ejemplo, hay de 20 hilos, 18 hilos, 16 hilos de urdimbre, estos hilos serán la densidad de dichas gasas, evidentemente a cuantos más hilos, mas densidad, también hay diferentes tamaños dependiendo para cada caso o parte de nuestro cuerpo. Estas se presentan empaquetadas en sobres, y contienen unas 5 unidades, más o menos, dependiendo el fabricante.

Después están las quirúrgicas, o también se le conoce como compresas quirúrgicas, están las emplean en los hospitales y son mucho más absorbentes ya que es más gruesa y tupida. Es de deducir, que estas son más eficientes en una operación donde el paciente sangra con bastante abundancia. Se presentan en formato de pieza de diferentes tamaños y suelen haber muchas más unidades por paquete. También está el formato que consiste en una tira de bastantes metros, como podrían ser unos 100 metros cuadrados, y el personal médico lo ira cortando según lo vaya necesitando.
Están también, las gasas oftalmológicas, son aquellas gasas que se utilizan para casos en los que la parte herida se encuentra en los ojos o muy cerca de ello y necesitamos cubrir el ojo entero. Son ovaladas y muy tupidas. Se presentan empaquetadas en varias unidades, dependiendo el fabricante también.
Funciones de las gasas
Protección: una gasa ideal es la que protege de modo oclusivo toda la superficie lesionada y además de forma cómoda para los pacientes.
Absorción: las heridas suelen presentar trasudados y exudados según el grado de inflamatoriedad, lo cual requerirá que el apósito elegido tenga un control más o menos elevado de absorción. Por lo tanto, según la herida, encontraremos una mayor o menor indicación de armar el vendaje de modo grueso o fino, y el tiempo en que deba cambiarse la gasa.
Compresión: en ciertas heridas, las gasas deben hacer el papel de “torniquete” que hablábamos más arriba, para poder contener (nunca de modo excluyente) la profusión sanguínea o de material necrótico.
Inmovilización: la gasa permite que se forme un ambiente ácido en la herida al evitar la pérdida de CO2, lo cual genera un ambiente propicio para un mejor aprovechamiento del oxígeno por los tejidos en déficit -se disocia la hemoglobina del oxígeno con mayor facilidad en el medio ácido. Recordar: cuanto menos móvil la lesión, menos dolorosa.
Regulación de la temperatura en la herida: las gasas pueden proporcionar un calor que es ideal para la cicatrización.
Consejos sobre el manejo de gasas
- Cuidado con la adherencia a la piel: los bordes de la herida son fundamentales para la cicatrización.
- Explicar cada paso al paciente para prevenir accesos de dolor.
- En casos de requerir tratamiento prolongado, evitar la presión sobre el centro de la lesión.
- Cambiar la gasa cuando haya una saturación de ¾ o 75% de la gasa.
- Tener en cuenta la sensación subjetiva de tolerancia al apósito de cada paciente.
- Lavar con solución fisiológica y evitar cualquier producto que pueda producir dolores urentes.
- Tener en cuenta la información siguiente sobre tipos de gasas y sus funciones.
Método de colocación de gasas:
Es obvio que dependerá, como ya dijimos, de la naturaleza de la lesión. Los enfermeros y los técnicos que colocan gasas realizan intuitivamente una evaluación de la situación de la herida, efectúan la curación y posteriormente colocan el apósito. Hay que tener en cuenta las funciones de las gasas para poder establecer una correcta indicación desde la medicina. Muchas veces, sin embargo, el “automático” nos lleva a errores. Una buena cobertura con cinta adhesiva antialergénica o hipoalergénica se vuelve necesario.
Las gasas no sirven sólo para cubrir, sino a veces son utilizadas con el fin de efectuar una esterilización o un lavado de una zona en donde se intervendrá posteriormente.
Es importante que ante un lavado pre extracción de sangre, la gasa con alcohol que se utilice para lavar la zona siga un movimiento en espiral de forma centrífuga, puesto que un lavado “automático” de un lado al otro suele remover los detritus y microorganismos de flora normal de un lado al otro sin quitarlos. En cambio al ejercer el movimiento circular hacia fuera, tomando como punto central el lugar donde se intervendrá, nos asegura una correcta limpieza de la zona.
Recuerda siempre consultar a un médico o un experto en la salud para mayor información, o en caso de requerir algún tratamiento de urgencia.
Cuéntanos, ¿tú para qué más ocupas las gasas?
Fuente: Del Hospital / Instrumental de Enfermería